LA HERMANDAD, RECONOCIDA POR LA ASOCIACIÓN CARMEN MERCHÁN
La hermandad de Nuestra Señora del Monte ha recibido este martes, 11 de agosto, el reconocimiento especial que concede la Asociación Cultural Carmen Merchán Cornello -convocante desde hace 12 años del premio de poesía homónimo- a personas e instituciones que trabajan en favor de Cazalla de la Sierra, sus gentes y sus tradiciones.
El jurado ha reconocido la estrecha vinculación existente entre la hermandad y el pueblo, relación que se mantiene desde hace más de cuatro siglos y medio.
“Entendemos que una institución de casi 500 años de antigüedad, con una presencia destacada en Cazalla, es merecedora de este reconocimiento especial con el que queremos homenajear a todas esas generaciones que contribuyeron a mantener y engrandecer la devoción por su patrona”, se lee en el acta de concesión.
La hermandad quiere agradecer a la asociación cultural este reconocimiento, un acicate más para seguir manteniendo y engrandeciendo la devoción hacia Nuestra Señora del Monte como lo vienen haciendo los cazalleros desde hace siglos.
Éste es el agradecimiento que el hermano mayor, Antonio Trigo, leyó en el acto de recogida del premio:
“Sr. Alcalde-presidente del excelentísimo Ayuntamiento de Cazalla de la Sierra.
Componentes de la Asociación Cultural Carmen Merchán Cornello. Familia Merino Merchán.
Paisanos todos.
Cuentan que se apareció, cuentan, que una mañana de abril la Virgen se apareció…
Así decía una sevillana que allá por los años ochenta cantábamos el coro Romero de la Hermandad del Monte y así dice el comienzo del escrito por el que esta asociación cultural notificaba a la Hermandad la concesión de este Reconocimiento especial.
Desde principios del siglo XVI se tiene conocimiento de la veneración de la imagen de la Virgen en su advocación de Nuestra Señora. del Monte en su santuario a cuatro kilómetros extramuros de Cazalla de la Sierra.
Desde 1555 hay datos fidedignos de su existencia como Hermandad. Cinco siglos de historia unidos a este pueblo de Cazalla.
¿Cuántas personas a lo largo de estos 500 años han recorrido esos cuatro kilómetros hasta su santuario, para rezarle, para sentarse delante de Ella y hablarle como a una compañera más, de sus penas, de sus alegrías, de las dificultades que tenemos día a día porque sabemos que Ella como madre nos escucha, o simplemente para mirar ese preciosa cara de porcelana?
¿Cuántos paseos por esa carretera del Monte para disfrutar de esos paisajes que rodean este maravilloso paraje en el que está enclavada la ermita de nuestra patrona?
¿Cuántas anécdotas y cuántas vicisitudes habrán visto y oído esos palmos de tierra con sus gentes camino de su Virgen del Monte?
El objetivo primordial de todas aquellas personas que en estos cinco siglos hemos estado al frente de la hermandad ha sido engrandecer lo más posible la veneración a nuestra Virgen del Monte y de que esta hermandad sea luz y camino para todos los cazalleros y todas aquellas personas que se sientan cercanas a Ella.
Nosotros, además de ese objetivo primordial, siempre nos hemos planteado de forma prioritaria la labor social encaminada a los que menos tienen, a aquellos que necesitan diariamente una ayuda para salir adelante.
Cuando comenzamos esta andadura hace ya cuatro años nos marcamos también como proyecto de trabajo ABRIR LAS PUERTAS DE ESTA HERMANDAD. Abrirlas a todos aquellos que quieran estar junto a nosotros. Hacer que esta Hermandad sea de todos, donde todos quepan, donde todos se sientan integrados y donde todos TENGAN VOZ.
Cuando una institución religiosa como ésta lleva más de 500 años perviviendo, calando y arraigando, como bien comentáis en vuestro escrito, en casi todos los ámbitos de la sociedad cazallera, no puede ser debido sólo al trabajo y al esfuerzo de tantas y tantas personas que han pertenecido y pertenecen a esta hermandad. Es algo más, mucho más, es esa atracción a nuestra Señora, ese sentimiento de amor, de comprensión, de dulzura, de protección que tenemos todos los que nos sentimos cazalleros bajo el manto de nuestra Patrona, ese sentimiento único que -como bien hacéis referencia- es capaz de aglutinar voluntades de todo tipo.
Como estamos en la entrega de premios de poesía Carmen Merchán, me voy a permitir leer una poesía de Rafael López Campos que está publicada en la ‘Revista de Cazalla’ de este año 2015 y que en cierto modo creo que resume ese sentimiento al que hemos hecho alusión.
Recuerdo que de niño, ahí en el pueblo
Mi madre me enseñó a quererte tanto,
Que por mucho que haya pasado el tiempo
Ese amor sigue mi vida alentando.
Con tu auxilio logré lo que quería
De tu mano mi vida fuiste guiando,
Y cuando estoy rezando ante tus plantas
Mi corazón de amor está gozando.
Y aunque lejos me encuentre
Madre mía pienso en ti,
Y estoy aquí, Virgen del Monte, estoy aquí,
Siempre contigo, siempre aquí.
Y pasaron los días y los años
Y formé una familia y tu la guías,
Porque enseñé a mis hijos a quererte
Y te seremos fiel toda la vida.
Solo te pido Madre que me escuches
Y al dejar esta vida y de tu mano,
Me lleves a presencia de tu Hijo
Para vivir allí con mis hermanos.
Y aunque lejos me encuentre,
Madre mía, pienso en ti,
Y estoy aquí, Virgen del Monte, estoy aquí,
Siempre contigo, siempre aquí.
A mí, como hermano mayor actual de esta hermandad, me corresponde recoger este Reconocimiento especial a esta institución por estar desarrollando una labor especial en beneficio de los cazalleros o de Cazalla. Este reconocimiento no va a ocupar una simple cuartilla en los anales de la hermandad, ocupará un sitio preferente al lado de nuestra Señora, un lugar en el que todo aquel que pase a visitar a nuestra Señora, pueda valorar y apreciar el amor y el reconocimiento que Cazalla entera tiene por su patrona
Desde aquí quiero dar las gracias a los componentes del jurado, a la familia Merino Merchán y a la Asociación Cultural Carmen Merchán Cornello por considerar que esta hermandad ha sido merecedora de este Reconocimiento.
Muchas Gracias.
Antonio Trigo Sánchez
Hermano Mayor
Cazalla de la Sierra, 11 de agosto de 2015
